Cada quién se castiga solo, así que invito al que esté libre de crítica a que me contradiga; esta es mi última entrada sobre el tema que he vivido los últimos meses.
Mi musa, si, sobre la cual había escrito para olvidar, retornó y de nueva cuenta se fue, ahora con un efecto temporal más corto pero con un poder al que caí cual mosca que se deja cegar por la luz al final del pasillo; como comento en el título de esta entrada yo elegí lidiar con eso y no me arrepiento, hubiera sido peor quedarme con la duda de lo que hubiera podido suceder si no le confesara lo que me hacía sentir.
Esos sentimientos y sencaciones son lo que quedará en el recuerdo, sin embargo caí dos veces en mi trampa, ya que siempre he comprendido que la situación no es recíproca; lo peor es la ironía de la experiencia al haber presenciado casos similares, así que no hay arrepentimientos de algún tipo, sólo agradezco la oportunidad y el aprendizaje.
Pude haber dicho que no había redactado alguna entrada reciente por culpa del Mundial, sin embargo no es un factor que me prive de plasmar en letras mis pensamientos, esto aunado al retorno de ella me dieron la excusa perfecta para perderme en los placeres de la vida y olvidar una asignación que pienso cumplir cabalmente de ahora en adelante.
Doy gracias a las personas que me han aconsejado en estos momentos, a sabiendas de que aprecio todos sus comentarios y que he agotado los esfuerzos por seguirlos sin afectar mi estilo personal (sólo ultimamente); gracias a ti.
Thiago G. Dias